El cardenal John Henry Newman ha sido proclamado santo

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El cardenal John Henry Newman ha sido proclamado santo
 Canonizaciones 13 de octubre 2019





EL PAPA PROCLAMÓ SANTOS AL CARDENAL Y A 3 RELIGIOSAS Y UNA SEGLAR

El cardenal John Henry Newman ha sido proclamado santo

Esta mañana el Papa Francisco presidirá en la Plaza de S. Pedro del Vaticano la Santa Misa en la que proclamará santos a cinco beatos de la Iglesia, el Cardenal inglés John Henry Newman, las religiosas italiana Giuseppina Vanini, india María Teresa Chiramel Mankidiyan y brasileña Dulce Lopes Pontes; y la virgen suiza Marguerite Bays.


Cardenal John Henry Newman
John Henry Newman (Londres, 1801 - Birmingham, 1890) está íntimamente ligada a su pensamiento, por eso conviene describirla con cierto detalle. 

Estudió inicialmente en una escuela privada en Ealing, a las afueras de Londres. Allí, a la edad de 15 años tuvo una «primera conversión» que afianzó en él, con suma certeza, los dogmas cristianos –por el momento en su versión anglicana, influido además por el calvinismo– y la decisión de vivir comprometidamente la fe y moral cristianas. 

Al año siguiente, en 1817, se traslada a estudiar a Oxford (Trinity College), con serias dificultades económicas, hasta que en 1822 es elegido fellow del Oriel College.

En 1825 Newman es ordenado presbítero de la Iglesia de Inglaterra. En los años siguientes comienzan a aparecer ya varios artículos relevantes y a escucharse sus impactantes sermones, que se publicarían más tarde. En 1826 vuelve al Oriel como tutor.

El exceso de trabajo, los apuros económicos familiares y la repentina muerte de su hermana menor provocan en él un derrumbe psíquico y nervioso.

Sin embargo, Newman ve providencial esta enfermedad, pues aprovecha su reposo para comenzar a leer detenidamente a los Padres de la Iglesia, que desde hacía años llamaban su atención.

En 1828, pasada esa crisis de salud y con renovadas energías, es nombrado vicario de la Iglesia de Santa María (la parroquia universitaria de Oxford). 

En esa época predicó sus sermones más conocidos: los Sermones parroquiales y –elaborados además como ensayos– los Sermones universitarios. 

Además, Newman consideraría este periodo como el germen de lo que más tarde se llamaría «Movimiento de Oxford». 

Tal movimiento, que espontáneamente y con el tiempo iría reuniendo un pequeño y variado grupo de personas, intentaba mostrar que la Iglesia Anglicana era la legítima y directa descendiente de la Iglesia apostólica, frente a las desviaciones que, en cambio, habría sufrido la Iglesia de Roma; al mismo tiempo, pretendía elevar el nivel ascético y espiritual de los fieles anglicanos, ante el peligro de deslizarse hacia el subjetivismo protestante. Sin embargo, esta postura empezó pronto a causarle dificultades, atrayendo sobre él la acusación de «anglo-católico».


A finales de 1832 emprende un largo viaje por el Mediterráneo. Sin embargo, a los pocos meses contrae una grave enfermedad en Sicilia, que Newman vuelve a ver providencial al comprender claramente que Dios le llama a trabajar por Él, aún más, en Inglaterra. 
De manera que, a su regreso, en julio de 1833, comienza una fecunda actividad de predicación, de estudio y de publicación, iniciando formalmente el Movimiento de Oxford. Comienzan a aparecer entonces los Tracts for the Times (una especie de folletos a modo de órgano de expresión del Movimiento, escritos por los distintos miembros del mismo), al tiempo que continúa con los sermones en Santa María.
 En 1833 escribe su primera gran obra, fruto de su concienzudo estudio de los Padres de la Iglesia, The Arians of the Fourth Century.
Desde entonces Newman se ve asaltado, cada vez más, por la sospecha de que las presuntas desviaciones de la Iglesia Romana no son tan esenciales; y de que, sobre todo, la Católica está más en continuidad con la Iglesia apostólica que la Iglesia de Inglaterra. A pesar de ello, en esos años intenta abrir un camino intermedio entre el protestantismo y la doctrina romana, plasmado en su escrito Via Media.


Pero las dudas y la inclinación hacia la Iglesia Católica se acentúan. La vida social de Newman se hace entonces más difícil, pues tales dudas se van reflejando en sus escritos y sermones, granjeándole numerosas suspicacias; y en su espíritu bullen con toda intensidad los problemas que han hecho famoso a Newman: la obediencia a su propia conciencia en la búsqueda de la verdad y el modo de adherirse a ella con la certeza que sea posible. 

El deseo de retirarse a resolver sus dudas había ido creciendo, llegando al colmo en 1841, cuando Newman escribió el Tract 90, que fue oficialmente criticado por la jerarquía anglicana y motivó el fin de esas publicaciones. De modo que en 1842 se retira a Littlemore (una pequeña iglesia que dependía de Sta. María, de Oxford) con un pequeño grupo de seguidores. Allí escribió el Ensayo sobre el desarrollo de la doctrina cristiana, en parte respondiendo a los problemas que planteaba en la Via Media (por lo que, aunque afronta ciertamente temas filosóficamente relevantes, se mueve en un contexto decididamente teológico, que aquí no se aborda).

En 1845 se convirtió al catolicismo y fue recibido en la Iglesia Católica, recibiendo dos años después la ordenación sacerdotal e ingresando en el Oratorio de San Felipe Neri, congregación que difundiría en Inglaterra. En 1854, a petición de los obispos irlandeses, viaja frecuentemente a Dublín para fundar la Universidad Católica de Irlanda (hoy University College Dublin), compatibilzando esa tarea con su labor como Superior del Oratorio de Birmingham. Sin embargo, por diversas dificultades –especialmente por diferencias de criterio con el Arzobispo de Dublín– deja su puesto de rector, y los viajes a Dublín, en 1858. Fruto de esos años son sus valiosas conferencias reunidas en el libro La idea de la universidad.
Durante los años siguientes aparecen importantes obras motivadas por controversias o contestando acusaciones (sin duda al estilo de San Agustín), especialmente Apologia pro vita sua (1865) y Carta al Duque de Norfolk (1875). 
Por otra parte escribió –más distanciado de polémicas concretas, aunque con un contexto e intención apologéticos–, en un texto largamente elaborado, el Ensayo para contribuir a una gramática del asentimiento, donde explica su visión de la certeza y los posibles modos que ella puede presentar.
Tras 23 años vuelve a Oxford para recibir el nombramiento de fellow honorario del Trinity CollegeEn 1879 el papa León XIII le nombró cardenal y falleció en 1890.En 2010 fue beatificado por Benedicto XVI en Birmingham (Reino Unido).


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