MORIR EN BRAHMA
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Morir, el último tabú, Kolima Books, Madrid, 2019. Entrevistas sobre la muerte a representantes de las principales religiones y corrientes espirituales, Toní Sánchez Bernal.
Recesión de Juan A. Matínez de la Fe en Tendencias 21
Más allá y Brahma
Marta Matarín es la entrevistada para hablar de Brahma Kumaris. Aquí, advertir que se trata de una organización, no una religión, enfocada en el desarrollo de la persona, conectando con la fortaleza, la paz, la serenidad, mediante la práctica de la meditación.
En esta línea, Dios es una energía suprema a la que cualquier alma humana se puede dirigir.
Sus integrantes consideran que no somos el cuerpo, sino un alma, energía, por lo que, cuando alguien muere, lo que ocurre es que esa energía que daba vida al cuerpo se ha ido, la chispa divina se ha marchado.
Siendo partes de esa chispa divina, se ha de hacer uso de las cosas materiales, pero con desapego, pues, realmente, no poseemos nada. Si somos un alma que tiene un cuerpo, es comprensible la creencia en la reencarnación: “El alma, cuando llega el momento, deja el cuerpo y se va a otro cuerpo en otro lugar”; eso sí: siempre se reencarna en un cuerpo de ser humano.
No piensan en un juicio tras la muerte, sino como una autocontemplación en la que vemos todas las vidas y lo hecho en ellas, llevándote al arrepentimiento para enmendar todo lo posible. No queda claro en la entrevista si las reencarnaciones terminan en algún momento.
Marta Matarín es la entrevistada para hablar de Brahma Kumaris. Aquí, advertir que se trata de una organización, no una religión, enfocada en el desarrollo de la persona, conectando con la fortaleza, la paz, la serenidad, mediante la práctica de la meditación.
En esta línea, Dios es una energía suprema a la que cualquier alma humana se puede dirigir.
Sus integrantes consideran que no somos el cuerpo, sino un alma, energía, por lo que, cuando alguien muere, lo que ocurre es que esa energía que daba vida al cuerpo se ha ido, la chispa divina se ha marchado.
Siendo partes de esa chispa divina, se ha de hacer uso de las cosas materiales, pero con desapego, pues, realmente, no poseemos nada. Si somos un alma que tiene un cuerpo, es comprensible la creencia en la reencarnación: “El alma, cuando llega el momento, deja el cuerpo y se va a otro cuerpo en otro lugar”; eso sí: siempre se reencarna en un cuerpo de ser humano.
No piensan en un juicio tras la muerte, sino como una autocontemplación en la que vemos todas las vidas y lo hecho en ellas, llevándote al arrepentimiento para enmendar todo lo posible. No queda claro en la entrevista si las reencarnaciones terminan en algún momento.
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