MORIR EN EL TAOÍSMO
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Morir, el último tabú, Kolima Books, Madrid, 2019. Entrevistas sobre la muerte a representantes de las principales religiones y corrientes espirituales, Toní Sánchez Bernal.
Recesión de Juan A. Matínez de la Fe en Tendencias 21
Más allá y el taoísmo
Para la explicación en el taoísmo, Sánchez Bernal entrevista a Itziar Torrecilla Gorbea (Tian Xin Xian). Hay que entender que el taoísmo es una tradición milenaria, con una estructura y una filosofía para el desarrollo del ser humano a través de la alquimia interior.
Aclaración importante para entender cómo vive el taoísta la muerte: lo ritualiza, existe la vida porque existe la muerte; se trata de un ciclo, donde la vida no fue el principio y la muerte no va a ser el fin.
Lo que predomina en el Universo es la fuerza, pura energía: “esta se convierte en forma, porque así ha de ser. Y la forma se hace vida y camina por el mundo. Para que la forma se haga vida es preciso nacer, pero como nada es eterno y nada es inmóvil, ese nacimiento se hará a su debido tiempo”.
Por supuesto, hay que tener un gran amor a esta vida, ya que aquí tenemos la posibilidad de mejorar y elegir el destino después de la muerte, por eso al taoísta le interesa más lo de aquí; y, lógicamente, cree en la reencarnación:
“Cuando te cultivas un poco, puedes volver a renacer como humano. Si te cultivas un poco más puedes convertirte en inmortal, pero atado a este mundo, y ya el siguiente nivel es llegar a ser celestial, aunque hay que ser un espíritu muy superior para llegar a ese grado. La meta es unirse al Tao”.
Para la explicación en el taoísmo, Sánchez Bernal entrevista a Itziar Torrecilla Gorbea (Tian Xin Xian). Hay que entender que el taoísmo es una tradición milenaria, con una estructura y una filosofía para el desarrollo del ser humano a través de la alquimia interior.
Aclaración importante para entender cómo vive el taoísta la muerte: lo ritualiza, existe la vida porque existe la muerte; se trata de un ciclo, donde la vida no fue el principio y la muerte no va a ser el fin.
Lo que predomina en el Universo es la fuerza, pura energía: “esta se convierte en forma, porque así ha de ser. Y la forma se hace vida y camina por el mundo. Para que la forma se haga vida es preciso nacer, pero como nada es eterno y nada es inmóvil, ese nacimiento se hará a su debido tiempo”.
Por supuesto, hay que tener un gran amor a esta vida, ya que aquí tenemos la posibilidad de mejorar y elegir el destino después de la muerte, por eso al taoísta le interesa más lo de aquí; y, lógicamente, cree en la reencarnación:
“Cuando te cultivas un poco, puedes volver a renacer como humano. Si te cultivas un poco más puedes convertirte en inmortal, pero atado a este mundo, y ya el siguiente nivel es llegar a ser celestial, aunque hay que ser un espíritu muy superior para llegar a ese grado. La meta es unirse al Tao”.
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