Tipos de increencia

Tipos de increencia  

 

En el momento actual se habla de increencia como ateos, agnósticos  e indiferentes, pero lo que prolifera en este principio del siglo XXI es esta última, la indiferencia.

En el momento actual Gallagher[1] propone cuatro tipos de indiferencia:


·      Anemia religiosa, referiéndose a diversos modos de distanciamiento de las raíces cristianas tradicionales.


·      Secularismo marginador, en el ámbito académico como en los medios de comunicación predomina una cultura secularizada y  la religión es ignorada sutílmente como algo sin importancia. Las manifestaciones culturales religiosas quedan marginadas de los medios de comunicación. Se produce lo que Peter Berger denominaba el colapso de las "estructuras de plausibilidad". Se trata, pues, de un tipo de increencia generado por el silencio y la timidez, tanto en el campo intelectual como en el de la comunicación.


·      Vagabundeo espiritual,  en la dirección contraria y representa una de las sorpresas de la postmodernidad: el llamado "retorno de lo sagrado". La gente que se encuentra "saciada pero insatisfecha" por el materialismo y, al mismo tiempo, aburrida de su experiencia con la Iglesia puede derivar hacia la búsqueda sin puntos de anclaje, dando lugar a una espiritualidad difusa.


·      Desolación cultural, las presiones de la cultura dominante dejan a mucha gente bloqueada, en una desolación (en el sentido ignaciano) cultural a nivel de disponibilidad para la fe. Lo trivial "secuestra" su imaginación, quitándoles la libertad e imposibilitando la escucha del mensaje salvífico (Rm 10, 10- 15). La crisis está en la sensibilidad o en la imaginación. Lo que se sufre no es tanto una crisis de fe como una crisis del lenguaje de la fe. A esta luz, la desolación cultural con la consiguiente pérdida de libertad para la fe. 


Se habla en definitiva de poner de relieve la existencia de la indiferencia                      religiosa como un hecho social, ideológico a la vez que psicológico y antropológico.


Desde un punto de vista psicológico se puede hablar de un tipo de indiferencia religiosa relacionada con el desencanto existencial. El mismo autor afirma que este  indiferente religioso por desencanto existencial está, “abierto al sinsentido”; sin embargo, “cerrado a la dimensión de apertura”.


Desde la dimensión sociológica, una de las causas principales de la  indiferencia religiosa es la   secularización.[2]  Este proceso elimina la visión totalizadora de la religión y aparece el desencantamiento del mundo, la autonomía de otras esferas, el mundo se fragmenta y la religión es un segmento más de este entramado social. 

Y además se produce  el secularismo[3] vinculado a la globalización, donde se pierde  el respeto a la persona humana y la difusión de una visión reductiva y nihilista del hombre es la idea fundamental.  Actualmente la negación de Dios se impone como signo de progreso,  está de moda el laicismo ideológico que prescinde de Dios y considera la cultura religiosa como una falta de madurez intelectual.


 Entre las causas de esta indeferencia, además de las anteriormente expuestas, se podría señalar la pretención totalizante de la ciencia moderna, el conocido científismo, la exaltación del hombre como centro del universo, el mal existente en el mundo y el sufrimiento de tantos seres humanos, los  desilusionados de su propia religión, la falta de espiritualidad en la práctica diaria que se reduce a pura rutina, la crisis de la familia actual, la globalización  valorando todo le existente con críterios economicistas, la proliferación de valores materialistas, hedonistas, y sin preocupación nada más que del presente, la manipulación de algunos medios de comunicación, el secularismo que ha traído la proliferación de las sectas, los trastornos sociales y culturales que han hecho perder las raíces religiosas tradicionales. 



1 M. P. GALLAGHER, «Nuevos horizontes ante el desafío de la increencia», en  Razón y Fe 232 (1995) 279-293. 

[2] G. De ROSA«Indifferenza religiosa e secolarizzazione, en Segretariato per i non credent», edit. L’indifferenza religiosa, Roma 1978.

[3] Cf. A. CHARRON, «Causas de la indiferencia religiosa e intentos de solución  en Diccionario de Teología Fundamenta»l, edit. R. Latourelle – R. Fisichella – S. Pié-Ninot, Madrid 1992, p.716.

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