Espiritualidad cristiana


El Espíritu nos lleva a hacernos cargo de la Exigencia de discernimiento

La espiritualidad cristiana es una manera de vivir el Evangelio por la fuerza del Espíritu, pero es por ello y al mismo tiempo, una manera de aprehender la realidad y, por ende, de enfrentarse con ella. 
Por tanto, es la misma acción del Espíritu la que nos impulsa, con un talante específico, a hacernos cargo de la realidad.

Si entendemos, por tanto, que "espiritualidad es el el talante con que se afronta lo real, CON EL QUE NOS HACEMOS CARGO DE LA REALIDAD, de la historia en que vivimos con toda su complejidad, nos podremos preguntar qué espíritu/talante es adecuado y cuál no en cada momento de la historia”. De ahí la importancia para ello, como “instrumento o mediación”, del discernimiento”.

En nuestro caso, la espiritualidad será entonces el espíritu con el que nos hacemos cargo de esa realidad en la que vivimos y a la que somos enviadas, es decir, de la Missio Dei
Y el discernimiento será la herramienta que nos permite armonizar este espíritu o talante al “Espíritu de Dios” que nos guía en esta empresa.

En realidad, las diversas espiritualidades que han surgido en la vida de la Iglesia y que se han concretado en las distintas formas de vida y familias religiosas, han sido exactamente eso, un dejar que el Espíritu guiara hacia una u otra forma de «hacerse cargo de la realidad», respondiendo a sus necesidades a lo largo de la historia.

Desde esta concepción, preguntarnos qué espiritualidad tenemos, significa preguntarnos qué espíritu nos mueve en nuestro acontecer cotidiano, con qué espíritu afrontamos la realidad aquí y ahora, con qué espíritu afrontamos la Misio Dei.

Y esta va a ser una pregunta central para nosotras, y para poder ir oteando qué significa hablar de una espiritualidad sinodal. Y también para ir percatándonos de lo que nos exige este modo de entender la “espiritualidad” como un vivir “haciéndonos cargo” –y por ello “cargando y encargándonos” de la historia, de la realidad, de los problemas sociales, políticos, económicos, religiosos, etc., de nuestra situación pluricultural concreta, en el “aquí y ahora” de la sinodalidad.

La espiritualidad se revela, así, como un camino de vida, un camino de experiencia, un camino de búsqueda, un camino humano-divino que abraza todo lo humano (cuerpo, sentidos, cultura, sociedad…), lo carga sobre sí y se encarga de orientarlo hacia su destino en Dios.




Conferencia de Nurya Martinez-Gayol Fernández ACI, presentada durante la Asamblea Plenaria de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG) en Roma, realizado en mayo de 2022.La espiritualidad: una cualidad relativa al espíritu (etimología)

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