Un acercamiento teológico a la verdadera espiritualidad
Como conclusión final del Trabajo de Fin de Grado se ha de decir que Dios no ha muerto, ni tampoco el deseo de buscarle, sigue habiendo hombres y mujeres con un hambre profunda por conocer a Dios, por tener la verdad que solo está en él. No solo se debe conocer la historia occidental como un periodo de decadencia en la conciencia del ser humano, sino más bien como la oportunidad perfecta de ver como Dios sigue actuando a través de los siglos, y que sigue siendo el mismo Dios de la Biblia, el Dios real y cercano.
Un Dios que se ha manifestado desde el mismo principio de la creación y que se ha mostrado a la humanidad como un Dios que está por encima de sus argumentos e ideales sin él. Dios sigue siendo el mismo que se entregó, que se hizo hombre para contestar a las cuestiones y dudas que la humanidad pueda tener sobre lo que realmente este.
La humanidad del siglo XXI sigue en un recorrido en dónde hay esperanza y misericordia para ella, en donde el Dios olvidado una vez más se revela por medio de su Palabra y sus hijos. Y en donde su origen, su propósito y su esperanza son validas como desde el principio.
No importan los nuevos dioses o formas de pensamientos que puedan surgir y hacer desaparecer al Dios creador, ya que el agua viva que una vez alcanzó a la mujer samaritana sigue estando vigente hoy, sigue llenando vidas en un mundo sin esperanza. El Salmo 117 dice; “este es el día que hizo el Señor, nos gozaremos y alegraremos en él”. Este periodo de la historia en donde parece que todo está en decadencia y no encontrar plenitud, este es también el día que hizo Dios, y solo en él hay gozo y plenitud.
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