Secularización y nuevas forma de espiritualidad
INFORME DIVERESU SOBRE DIVERSIDAD RELIGIOSA Y ESPIRITUAL
DEL ESTUDIANTADO DE LA
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID
Alba Siguero Lizano (asiguero@ucm.es)
Aarón Hocasar de Blas (ahocasar@ucm.es)
Jara Corretjé del Prado (jcorretj@ucm.es)
]Diversidad Religiosa y Espiritual del Estudiantado de la Universidad Complutense de Madrid (DIVERESU) 2025
Secularización y nuevas formas de espiritualidad
Una de las tendencias más significativas observadas es la consolidación de un proceso de secularización, especialmente entre los sectores más jóvenes del estudiantado. Muchos estudiantes han sido socializados en contextos religiosos, pero han optado por desvincularse de prácticas institucionalizadas o por redefinir su espiritualidad en términos más personales e introspectivos. Sin embargo, esta desvinculación no implica necesariamente una pérdida total de interés por lo sagrado o lo espiritual. Más bien, se traduce en la adopción de nuevos lenguajes, símbolos y prácticas que, sin encuadrarse en una religión organizada, responden a necesidades de sentido, bienestar emocional o conexión con algo más grande que uno mismo. Esto obliga a repensar las categorías tradicionales de religiosidad y a atender a las nuevas expresiones del fenómeno espiritual en clave postsecular.
La movilidad religiosa, entendida como un componente clave en las sociedades contemporáneas según la antropología y la sociología de la religión, también se refleja en los resultados de la investigación. Entre quienes se identifican como personas religiosas, una parte del estudiantado señala que su etapa universitaria les ha acercado más a su fe, mientras que otras personas afirman haber desarrollado interpretaciones más personales de su religión. Estos datos apuntan a una transformación interna más que a un abandono o reafiliación institucional.
Asimismo, hay estudiantes que indican haberse convertido en personas espirituales durante su paso por la universidad, en mayor medida que quienes declaran haberse vuelto religiosas. Esta diferencia sugiere que la movilidad religiosa no se limita al tránsito entre confesiones, sino que implica un cambio en la forma de relacionarse con lo sagrado, alejándose de estructuras dogmáticas para acercarse a vivencias más personales y autónomas. Esta tendencia coincide con lo señalado por Arnett y Jensen (2002) o Stoppa y Lefkowitz (2010), quienes describen cómo las nuevas generaciones tienden a sustituir la afiliación institucional por formas individualizadas de espiritualidad, basadas en la autoexploración y la expresión subjetiva. Como se ha señalado previamente en este informe, esta relación con lo sagrado desde la autonomía individual se aleja de aproximaciones que ponen de relieve la pertenencia colectiva.
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