Progreso del cristiano

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El cristiano, por su inserción en Cristo, tiene camino a un progreso nuevo, hacia un humanismo trascendental que le plenifica, y esa sería la finalidad del desarrollo integral.

Hay distintas formas de progreso: material, científico, moral, religioso y sobrenatural conexionados entre sí en torno al núcleo personal del hombre. El valor de estas formas de progreso lo da su cercanía a lo auténticamente humano, a no quedarse  solo en el tener, sino  buscar el ser,  en salir de sí mismo, de esa soledad, para buscar a Dios, a los otros, con una cultura de amistad, de amor, de oración. Incluso la economía tiene que tener servicio al hombre, ordenada a la comunidad, porque si no es así existe una depauperación de la humanidad.

Para el cristiano la suprema promoción de lo humano, el paradigma es Cristo, siendo la iglesia quien mantiene vivo el recuerdo y la palabra del Señor, por lo que contribuye al progreso del hombre,  es quien descubre al hombre su  fin último por la revelación.