DE LA NATURALEZA HUMANA A LA AUTODETERMINACIÓN COMO FUNDAMENTO DE LOS DERECHOS
MARÍA LACALLE NORIEGA,TRANSHUMANISMO Y DERECHO:DE LA NATURALEZA HUMANA A LA AUTODETERMINACIÓN COMO FUNDAMENTO DE LOS DERECHOS HUMANOS, en
Cuadernos de Bioética. 2021; 32(105): 225-235.
El transhumanismo propone una manera de comprender al ser humano como fruto de la convergencia entre la biología y la tecnología, y parte de una concepción evolucionista que no encuentra una diferencia ontológica sustancial entre las especies. El ser humano ha logrado evolucionar más y mejor que otros animales y ha generado una dimensión espiritual que lo capacita para dominar la materia. El cuerpo es un mero envoltorio del que hay que liberarse, o, al menos, que hay que someter y perfeccionar en la medida de lo posible. La obligación del ser humano, en cuanto fruto avanzado de la evolución, es continuar desarrollando su espiritualidad y dominar su corporeidad. En el momento actual, con la ayuda de la tecnología, tiene a su alcance mejoras sustanciales respecto a la vida humana, y la superación de las limitaciones del cuerpo y la mente, incluso de la muerte (Bostrom N., y Savulescu, J., Human Enhancement, Oxford University Press, 2008, p. 1. ).
Niegan la naturaleza humana y el hombre es, por tanto, un proceso evolutivo y constante hacia la perfección y superioridad y sustituye la naturaleza humana, considerada como algo negativo y limitante, por la libre voluntad, entendiendo voluntad como ausencia de obstáculos.
Esto produce una revolución moral y jurídica y los derechos humanos deben asegurar, no solo la protección del individuo frente al Estado omnipotente, sino también su liberación de la naturaleza y de todo lo que pueda coartar su voluntad, incluyendo su propio cuerpo imponiendo la ideología de genero, considerar el aborto y la eutanasia como un derecho y practicando la eugenesia con fines humanitarios y terapéuticos
Frente a esta propuesta la autora presenta una recuperación de los derechos humanos es la doctrina de la ley natural, considerando la libertad expresión de la naturaleza humana, y una defensa al propio individuo y al estado.
Si los derechos humanos son las exigencias mínimas con las que debe contar el hombre para desarrollarse plenamente, se puede reivindicar sólo el derecho de actuar en la verdad, no el de someter la verdad a los propios caprichos (Cicerón, De legibus, 1,11).
Por último, la autora termina con un numero, el 53 de la encíclica Desubicado Caritas es, de Benedicto XVI : Cabe preguntar, ¿encontraremos la plenitud y la felicidad reforzando nuestras capacidades físicas y mentales con la ayuda de la tecnología, como promete el transhumanismo? ¿O más bien a través de la perfección moral, y del desarrollo de nuestra capacidad más excelsa, que es la capacidad de amar?
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