HACIA UNA “TEOLOGÍA DEL ENCUENTRO” EN LA ENSEÑANZA DEL PAPA FRANCISCO
HACIA UNA “TEOLOGÍA DEL ENCUENTRO” EN LA ENSEÑANZA DEL PAPA FRANCISCO
Resumen:
CONCLUSIONES de la tesina
Luego de nuestra investigación y realizado el recorrido histórico hasta llegar al magisterio del Papa Francisco podemos inferir a manera de conclusiones:
De nuestra investigación podemos concluir que en la enseñanza del Papa Francisco subyace una rica tradición teológica que está entroncada en la Sagrada Escritura, la Sagrada Tradición y enriquecida por el Magisterio de sus predecesores. A ello se suma su formación jesuita. Está claro, también, que como buen argentino hunde sus raíces en la “teología del pueblo” o también llamada “teología argentina del pueblo” 4, de la cual ha bebido y vivido durante toda su trayectoria pastoral en Argentina hasta que fue elegido como Obispo de Roma, en donde, no ha dejado de ponerla en práctica, elevándola a un nivel universal. A decir de J.C. Scannone la teología y la pastoral del Papa hunde sus raíces «en la teología del Pueblo, así como en las relaciones de ésta con el magisterio social latinoamericano»5. En esa misma línea para G. Sánchez, aunque el Papa no sea ni académico ni teólogo «eso no significa que sea ajeno a determina teología [...] es necesario situarlo en las coordenadas de la teología argentina que conoció y de la que participó activamente a través del contacto con sus representantes» 6. G. Carriquiry, en su prólogo al libro de M. Borghesi indica que Bergoglio siendo a través de su formación y sus lecturas tuvo una influencia europea7 No cabe duda que estamos ante un Papa, digno sucesor de Pedro. Que ama a la Iglesia, esposa de Cristo. Y que es asistido por el Espíritu Santo, el mismo que ha suscitado y ha guiado al Concilio Vaticano II que hoy Francisco quiere, en continuidad con sus predecesores, poner en marcha.
3. Para algunos autores el Papa Francisco es un “reformador”8. Y la reforma que quiere llevar adelante es la de la “salida misionera”, «salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio»9. El Papa es un hijo del Concilio Vaticano II y por ello, todo su Magisterio, no es sino, el “aggiornamento” al mundo de hoy de todo aquello que el Concilio nos ofreció. Sus enseñanzas son fruto de su estudio y reflexión de los documentos conciliares y su puesta en marcha de temas como: La Iglesia – pueblo de Dios, la misión –evangelización, el llamado a la santidad, los jóvenes, el cuidado de la casa común– ecología, el ecumenismo, el diálogo interreligioso, entre otros. Todos ellos desarrollados, con un sentido pastoral, en sus homilías, exhortaciones y encíclicas.
4. Citando lo que dice el Papa Francisco en su Exhortación Apostólica programática Evangelii Gaudium, n. 115: «la gracia supone la cultura, y el don de Dios se encarna en la cultura de quien lo recibe». Es así, que se podría inferir diciendo que la Cultura del Encuentro, de la que el Papa Francisco hace mucha referencia, supone una “Teología del Encuentro”.
En la cultura del encuentro subyace una profunda y rica teología que el Papa no solo conoce y cree, sino que vive. Por ello quiere que esa teología se encarne, y revolucione la cultura, y que ésta sea un lugar para encontrarnos. El Papa busca que la doctrina del Concilio y del Magisterio de los Papas precedentes se encarne en la cultura, la ilumine, la transforme. Así será una cultura donde se viva el reino de Dios: amor, verdad, justicia, paz y vida. De allí que también en misericordia et misera, 20, nos hable de la cultura de la misericordia. Puesto que en ésta está contenido el núcleo de la revelación.
Se concluye, por lo tanto, que la “teología del encuentro” es la reflexión teológica de la hermosura del amor de Dios, misterio trinitario –unidad y comunión–, que se involucra, se hace cercano y toca nuestra humanidad hasta hacerse uno con nosotros y de esa manera hacernos partícipes de su divinidad. Así, solo en el encuentro con Él se puede vivir de manera plena y se entabla una relación de comunión, de diálogo y de amor. Por ello, la “teología del encuentro” nace de ese único hecho histórico que se convirtió en un “encuentro de salvación” que fue la encarnación del Hijo de Dios que entró en nuestra historia y nos trajo la salvación. Este acontecimiento es el fundamento de nuestra reflexión teológica. Es, por tanto, la teología de lo cercano, de lo que nos acerca. Del diálogo, de crear puentes. Eso es lo que hizo Dios. Se hizo cercano, se hizo uno como nosotros, creó puentes. Él salió a buscarnos, a encontrarse con nosotros. Él salió a encontrarse con el hombre para elevarlo a la dignidad de ser su hijo en el Hijo. Jesús se mostró cercano en todo con su pueblo, estuvo con la gente y entre la gente, tocó y se dejó tocar. Escuchó y se dejó escuchar, lloró, comió, se cansó, tuvo sed.
No se debe olvidar que toda la vida de la Iglesia está alimentada por la “encarnación” del Hijo de Dios en el seno de María y, es lo que le da su razón de ser. Así el Papa Francisco nos dice que:
Todo lo que la Iglesia ofrece debe encarnarse de modo original en cada lugar del mundo, de manera que la Esposa de Cristo adquiera multiformes rostros que manifiesten mejor la inagotable riqueza de la gracia. La predicación debe encarnarse, la espiritualidad debe encarnarse, las estructuras de la Iglesia deben encarnarse10.
El amor a los demás es un amor que sabe que Dios se encarna en cada persona. Amor que nos viene de ese encuentro original trinitario que moldea la vida del cristiano11.
Por eso, la teología –acción indispensable de la Iglesia– debe llevar a los que la cultivan a no ser, dice Francisco:
un teólogo «de museo», que acumula datos e información sobre la Revelación, pero sin saber muy bien qué hacer con ello. Y tampoco un «balconero» de la historia. El teólogo [...] ha de ser una persona capaz de construir en torno a sí la humanidad, de transmitir la divina verdad cristiana en una dimensión verdaderamente humana, y no un intelectual sin talento, un eticista sin bondad o un burócrata de lo sagrado12.
Hablar de la “teología del encuentro” necesariamente nos impulsa a no perder de vista el horizonte que esta ciencia divina debe tener: realidad que reflexiona sobre Dios y desde Dios para ir hacia la persona humana y llevarla a ese “encuentro” que redime.
1«Las primeras actuaciones y declaraciones del Papa Francisco desconcertaron a todos, ya desde su primer saludo [...] Manifestó que quiere caminar el mismo camino que su pueblo, prescindió de las insignias pontificales que le distinguían de los otros obispos, pidió al pueblo que rogara por él inclinándose [...] Los primeros gestos tuvieron una potencia simbólica muy fuerte, tocando la sensibilidad y el imaginario de la gente, y pusieron en marcha energías que parecían dormidas» J. PEREA, 220; 223. Cf. J.C. SCANNONE, La teología del Pueblo, 7; G. SÁNCHEZ ROJAS, Alegría, misericordia, encuentro. El magisterio pastoral de Francisco, 17-20; M. ESCOBAR, Francisco, el primer papa latinoamericano, 114-119.; PAPA FRANCISCO, Pilares de un pontificado, 6.
2 A. SPADARO, Papa Francisco, nel cuore di ogni Padre, VIII.de contener a todos»448. O como dirá M. Borghesi, «a la dulzura apacible de Ratzinger la sustituía la dulzura impetuosa de Francisco, su forma sencilla de hablar, su manera directa de expresarse y dirigirse al corazón de la gente»449.
3 J. PEREA, 220.
4 M. BORGHESI, Jorge Mario Bergoglio, una biografia intelectual, 17.
5 M. BORGHESI, citando a A. Giovagnole dice que la popularidad del Papa y la novedad que trae no siempre es bien vista y aceptada en ciertos sectores, añade: «De hecho, en Europa, el mundo de la cultura se muestra al menos un tanto inseguro con respecto al nuevo Papa» M. BORGHESI, Jorge Mario Bergoglio, una biografia intelectual, 18 – 19.
6 «Hay quienes prefieren denominarla “teología de la cultura”, pues concibe al pueblo como sujeto creador de cultura». Ver nota 3 en: J.C. SCANNONE, La teología del pueblo, Raíces teológicas del Papa Francisco, 41.
7 J.C. SCANNONE, La teología del pueblo, Raíces teológicas del Papa Francisco, 9; 10 y 40; «pues varios de los enfoques teológicos-pastorales del Papa Francisco, no en último lugar de su exhortación apostólica Evangelii gaudium, no se comprenden desde sus raíces sin el contexto de la teología del pueblo y de la cultura»
8 ibid., 41.
9 G. SÁNCHEZ ROJAS, Alegría, mise12 S.S. FRANCISCO, Exhortación Apostólica Evangelii gaudium, 20.çricordia, encuentro. El magisterio pastoral de Francisco, 33.
10M. BORGHESI, Jorge Mario Bergoglio, una biografía intelectual, 12. Así también, «hay detrás un proceso de pensamiento, rico y original, que procede de la escuela de los jesuitas, que se alimenta no solo de maestros argentinos, sino sobre todo de europeos».
11 «Un Papa reformador es esperanza para el catolicismo, pero quien tiene que abrirse a una reforma interna y externa es la Iglesia toda, desde los cardenales y obispos hasta el pueblo de Dios. A todos corresponde actualizar el Vaticano II en un nuevo milenio y en el contexto de un mundo globalizado y mucho más complejo que el de los sesenta. De ahí dependerá el futuro de la Iglesia. La auténtica apuesta es “la reforma de la Iglesia misionera”» J. PEREA, 246.
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