Iglesia introyectada

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La iglesia extrovertida, si no se olvida o  se convierte en alternativa a la fe en el Misterio de Dios, es un gran logro, aunque tiene el peligro de duda y sospecha de que la Iglesia tenga capacidad en el presente o en la programación de futuro, no identificándose muchos creyentes con ella y dejando de  ser testigos de la fe en Dios. El teólogo se pregunta el porqué de esta situación afirmando que los creyentes procedentes de altas capas sociales fueron instruido es una Iglesia no preocupada por la liberación cultural ni por la promoción de los pobres, y al contacto con un muevo mundo se derrumbaron y dejaron la fe recibida. Otros, fueron educados por curas de pueblo, sacerdotes obreros y tuvieron una fe más real y más humana. Todo cuesta un precio, y esa compresión nueva de la Iglesia hizo abandonar a muchos de sus caminos de fe. Se pasó de lo católico a lo cristiano, de lo cristiano a lo religioso, de lo religioso a lo simbólico y posteriormente a lo místico universal.  Se pasó de una adhesión radical a la Iglesia a un crítica con amor, y a un rechazo final para buscar nuevas opciones espirituales.  Una Iglesia arrojada al mundo para vivir acomplejada y dejando que sea el mundo el que le introyecte criterios últimos, es una Iglesia que puede perder su gran tesoro y dejar su esperanza a merced de los poderes de este mundo.