último artículo de Don Olegario González de Cardedal
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Último artículo de Don Olegario González de Cardedal en ABC
“Releyendo a Ortega y Gasset”
En la tercera del periódico ABC, del 18/09/2018, el teólogo a través de la reflexión de Ortega y Gasset, muestra una visión panorámica de la sociedad actual, un diagnóstico real de la España de 2018 y la propuesta de una serie de valores para erradicar el rencor y el encono actual.
Su tesis fundamental es que no se puede construir un futuro en paz sin recordar la historia, olvidando y perdonando las injusticias para repararlas y superarlas.
El artículo se puede dividir en dos partes diferenciadas en el tiempo, una de hace un siglo, y otra en la actualidad, pero ambas muestran problemas idénticos aunque las circunstancias sean diferentes.
Comienza la primera parte presentando a Ortega y Gasset, colaborador del diario el Sol, y en los artículo escritos los días 18 y 23 de marzo de 2018, según Don Olegario, hace un presentación de la situación de la sociedad de su tiempo, diagnosticando y proponiendo soluciones, que podrían aplicarse al momento actual.
El teólogo sigue su línea argumental afirmando que cuando España entró en la democracia se dio la Constitución de 1978 basada en valores como unidad, colaboración, abierta a todos, es decir, una Constitución que unía el pasado con el futuro, para conseguir esa concordia, olvidando y perdonando.
Pero los españoles caen siempre en dos tentaciones: el adanismo y el catarismo, es decir, aquellos que arrasan todo lo anterior para empezar de nuevo olvidando la tradición, o bien aquellos que seleccionan una parte de la historia exaltándola y despreciando todas las otras épocas.
En el artículo Fabricantes de rencor de Ortega y Gasset, del 17 de marzo de 1918 , el filosofo escribía:”…desde hace años gobierna en España el rencor, esa pasión destructora que con un vocablo bien expresivo llamamos también encono”.
Y si acudimos a sus Meditaciones del Quijote leemos: “Yo sospecho que, merced a causas desconocidas, la morada íntima de los españoles fue tomada tiempo hace por el odio, que permanece allí artillado, moviendo guerra al mundo”. También escribe: “Los españoles ofrecemos a la vida un corazón blindado de rencor, y las cosas, rebotando en él, son despedidas cruelmente. Hay en derredor nuestro, desde hace siglos, un incesante y progresivo derrumbamiento de valores”. Palabras escritas en 1914
Don Olegario llama a esto “egoísmo y odio, negadores del prójimo fruto del cainísmo remanente en el sustrato pecaminoso del hombre”.
En la segunda parte, González de Cardedal dirige su mirada al Parlamento actual español, y siguiendo a Ortega, distingue tenores ufanos que buscan lucirse y jabalíes que solo buscan destrozar. ¿No haría falta otro grupo dedicado a buscar el bien de todos y mostrarlo como ejemplo para las nuevas generaciones?
Acude al artículo Albricias nacionales del maestro, del 23 de marzo de 1918, donde elogia “al gobierno que consideraba honesto, capaz y decidido al servicio eficaz del país”.
Esto da píe a Don Olegario para exponer sus ideas de unidad, fraternidad, superación del odio.
Termina el artículo con una frase que sería la conclusión de sus ideas: “Sin memoria fraterna no hay libertad y sin recuerdo, tan agradecido como crítico, no es posible la ilusión de un proyecto en común”.
En el centro de la página hay un dibujo de Nieto que representa una mano sujetando una manzana y esculpida en ella un cráneo.
Considero esta ilustración un fiel reflejo de las ideas del teólogo. La manzana en la mitología griega aparece en las manzanas de oro cuidadas por las Hespérides, símbolo de la inmortalidad y su triunfo final sobre la muerte, y en el cristianismo, aunque en el Génesis no aparece la manzana sino fruto del árbol, se representa por la manzana porque en el mundo antiguo era símbolo de tentación.
El hombre mortal por naturaleza aspira a la inmortalidad, y cuando se reconoce autosuficiente, dueño de sí mismo, y creador del bien y del mal, cae en la “soledad” más absoluta, en su propia autodestrucción.
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