RELACIÓN ENTRE CIENCIA Y RELIGIÓN:
Agustín Udías Vallina. (Catedrático Emérito de Geofísica, Universidad Complutense ) RELACIÓN ENTRE CIENCIA Y RELIGIÓN:
UNA INTRODUCCIÓN
Sin negar que hayan existido momentos de conflicto, estos no han
sido una constante histórica y en ellos han influido muchos factores ajenos,tanto a la religión misma como a la ciencia. Reconocida la compatibilidad entre las dos, la relación de mutua independencia, aunque parte de una constatación correcta del distinto ámbito de la religión y la ciencia, no puede llevarse al extremo de negar toda otra relación entre ellas.
El diálogo y la complementariedad son los dos modelos que se proponen, para comprender cómo de hecho han interaccionado en momentos del pasado y sobre todo cómo deben de interaccionar en el futuro, al acentuarse la influencia de la ciencia en la cultura y en la sociedad y en la concepción que el hombre tiene del mundo y de sí mismo.
El diálogo reconoce la necesidad de enriquecimiento mutuo que puede aportar la una a la otra. Como ya se dijo más arriba, la complementariedad añade al diálogo la conciencia de la incapacidad de cada una de ellas por sí sola, de llegar a dar una visión completa del mundo y de cómo en lugar de estorbarse se pueden ayudar entre sí.
Otras visiones del mundo, como la artística y la ética deben también cooperar en esta tarea.
Las dos categorías, en que hemos dividido la posibilidad de una mayor integración entre religión y ciencia, ofrecen propuestas más problemáticas. En ambos caminos, desde la ciencia a la religión y desde ésta a aquella, respetando la mutua autonomía, se propone una cierta continuidad entre las dos, que no está contemplada en las relaciones de diálogo y complementariedad.
Como hemos visto, aparece ahora el papel de la filosofía como campo intermedio, y el de la reflexión teológica explícita como vehículo de relación con la ciencia. Hemos presentado algunos ejemplos de las muchas propuestas que se han hecho dentro de cada uno de los dos grupos en que hemos mencionado, la teología de la naturaleza y la teología de la ciencia.
En ellas se trata de reinterpretar la naturaleza conocida por la ciencia dentro de una visión teológica que descubre en ella vestigios de Dios, sobre todo en las religiones que aceptan a un Dios creador.
Esta línea de pensamiento lleva a lo que hemos llamado una teología
de la naturaleza, que tiene también consecuencias para la relación del
hombre con los otros hombres y con la naturaleza. Sin embargo, no nos parece acertada la formulación de la teología de la ciencia, pues ésta es un instrumento para el conocimiento de la naturaleza que tiene sus propias reglas, sobre las que la reflexión teológica tiene poco que decir.
La ciencia debe seguir siendo ciencia y la religión debe seguir siendo religión, sin tratar de convertir la una en la otra. El pensamiento religioso puede serle también útil al científico e iluminarle en su práctica de la ciencia liberándole de convertir la ciencia en una ideología y abriéndole a un sentimiento religioso de veneración a Dios en la naturaleza.
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