Línea personalista
Se asiste cada vez más a reflexionar sobre el
hombre como persona. En España hay dos grandes focos de pensamiento personalista: la Fundación Emmanuel Mounier y
la Asociación española de Personalismo que buscan encontrar lo específico de la
persona humana. Olegario González de Cardedal está insertado en esta corriente
de pensamiento.
Ante los desafíos actuales el Concilio
Vaticano II reflexionó sobre ellas
pero centrado en la persona «Hay que salvar, en efecto, a la persona humana y
renovar la sociedad humana. Por consiguiente, el hombre, pero el hombre en su
unidad y totalidad, con cuerpo y alma, corazón y conciencia, inteligencia y
voluntad (...)» “Gaudium et spes”, en Conferencia episcopal española(ed.), EcuménicoVaticano
II, Madrid, 1996, 240.
La corriente personalista está formada por un conjunto de
filósofos con características comunes: Juan Manuel Burgos las expone en la
página de la Asociación de Personalismo como:
En primer lugar, el elemento clave que define a
toda filosofía personalista es que el concepto de persona constituye el
elemento central de la antropología, lo cual significa no solo que se
utiliza o menciona -algo común a muchas otras filosofías-, sino que toda la
estructura de la antropología depende intrínsecamente del concepto de persona.
En segundo
lugar, los temas y perspectivas presentes habitualmente en las filosofías
personalistas son los siguientes:
1. Insalvable distinción entre cosas y
personas que implica que las personas deben ser analizadas con categorías
filosóficas específicas y no con categorías elaboradas para las cosas.
2 .La afectividad se considera una
dimensión central, autónoma y originaria que incluye un centro espiritual que
se identifica con el corazón.
3. Importancia decisiva de la relación
interpersonal y familiar en la configuración de la identidad personal.
4. La cualidad más excelsa de la persona
no es la inteligencia sino la voluntad y el corazón, lo que implica una
primacía de la acción y permite dar una relevancia filosófica al amor.
5. Recuperación de la corporeidad como
dimensión esencial de la persona que, más allá del aspecto somático, posee
también rasgos subjetivos y personales.
6. Existen dos modos de ser persona:
hombre y mujer. La persona es una realidad dual y el carácter sexuado afecta al
nivel corporal, afectivo y espiritual.
7. La persona es un sujeto social y
comunitario, y su primacía ontológica está contrapesada por su deber de
solidaridad.
8. Los filósofos personalistas no
conciben su filosofía como un mero ejercicio académico sino que buscan la
transformación de la sociedad.
9. El personalismo postula una visión
trascendente de la vida que se inspira culturalmente en la tradición
judeocristiana pero siempre dentro del marco filosófico.
10. El personalismo entiende que la
filosofía moderna ha conducido a errores relevantes como el idealismo pero
también ha aportado novedades antropológicas irrenunciables como la
subjetividad, la conciencia el yo o la reivindicación de la libertad.
En la actualidad el
personalismo se encuentra en un periodo de expansión. Después del periodo
de formación y consolidación (1930-1970) y de la crisis o debilitación
propiciada por los movimientos culturales de los años 70 (mayo del 68,
predominio del marxismo, crisis posconciliar) se asiste hoy a un creciente
interés por la filosofía personalista que se manifiesta de múltiples maneras:
aparición de nuevas revistas y sociedades dedicadas a su estudio y difusión,
aumento del número de publicaciones, de tesis doctorales, etc.
Entre los grandes maestros
personalistas están: Dietrich von Hildebrand; Edith Stein; Enmanuel Levinas; Emmanuel Mounier; Gabriel
Marcel; Jacques Maritain; Julian Marías; Karl Wojtyla; Martín Buber; Max
Sheler; Paul Ricour; Romano Guardini; Xabier Xubiri; Carlos Díaz; Juan Manuel
Burgos; María Zambrano, Pedro Laín Entralgo, etc.
Comentarios
Publicar un comentario