¿Dónde está tu Dios?
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.OGC, Dios en la historia. El Holocausto como lugar y problema teológico en el judaísmo, en Salmantinesis 30, 2 (1983) 191-224
¿Dónde está tu Dios? No el Dios definido como concepto, o el buscado para apropiarse de Él religiosamente o políticamente, sino el Dios real ante el que el hombre se sitúa responsablemente. ¡Donde buscar a Dios? El pueblo judío siempre ha remitido a la historia como lugar y a la comunidad como sujeto de toda palabra de Dios y de toda palabra dirigida a Dios. La historia de ese pueblo es el lugar hermenéutico de Dios, desde donde se puede sospechar su identidad. Es en esa economía salvífica, en los acontecimientos concretos, donde el pueblo ha descubierto su existencia, pasando de lo particular lo universal, pasando de su elección a la creación y desde ahí a la creación de todos los pueblos y de todos los seres.
La confesión del pueblo judío es que Dios vaya con su pueblo y sea solidario de su destino
hacía su redención, y esto es lo que le sostiene como pueblo, en un historia considerad como sagrda porque es la historia de Dios.
El cristianismo ha prolongado esta conciencia de Dios con "donde la solidaridad no es solo un destino compartido desde fuera en acompañamiento sino en comunidad de naturaleza. La Encarnación es la expresión suprema de ese estar con de ese hacer y actuar para. ¿Cúal es el lugar teológico supremo para conocer a Dios? La Encarnación donde Dios se hace hombre y lo dignifica.
"La encarnación de Dios nos remite al mundo y nos introduce en la humanidad histórica para esclarecer los problemas metafísicos y antropológicos de ultimidad" (A. Gesché: Ka confession christilogique, une ignorance et/ou un refus de la Trinité, en Jesus Fils de Dieu Bruxelles, 1961, 175-216.o el Dios real ante el que el hombre se sitúa responsablemente. ¡Donde buscar a Dios? El pueblo judío siempre ha remitido a la historia como lugar y a la comunidad como sujeto de toda palabra de Dios y de toda palabra dirigida a Dios. La historia de ese pueblo es el lugar hermenéutico de Dios, desde donde se puede sospechar su identidad. Es en esa economía salvífica, en los acontecimientos concretos, donde el pueblo ha descubierto su existencia, pasando de lo particular lo universal, pasando de su elección a la creación y desde ahí a la creación de todos los pueblos y de todos los seres.
La confesión del pueblo judío es que Dios vaya con su pueblo y sea solidario de su destino
hacía su redención, y esto es lo que le sostiene como pueblo, en un historia considerad como sagrda porque es la historia de Dios.
El cristianismo ha prolongado esta conciencia de Dios con "donde la solidaridad no es solo un destino compartido desde fuera en acompañamiento sino en comunidad de naturaleza. La Encarnación es la expresión suprema de ese estar con de ese hacer y actuar para. ¿Cúal es el lugar teológico supremo para conocer a Dios? La Encarnación donde Dios se hace hombre y lo dignifica.
"La encarnación de Dios nos remite al mundo y nos introduce en la humanidad histórica para esclarecer los problemas metafísicos y antropológicos de ultimidad" (A. Gesché: Ka confession christilogique, une ignorance et/ou un refus de la Trinité, en Jesus Fils de Dieu Bruxelles, 1961, 175-216.
.OGC, Dios en la historia. El Holocausto como lugar y problema teológico en el judaísmo, en Salmantinesis 30, 2 (1983) 191-224
¿Dónde está tu Dios? No el Dios definido como concepto, o el buscado para apropiarse de Él religiosamente o políticamente, sino el Dios real ante el que el hombre se sitúa responsablemente. ¡Donde buscar a Dios? El pueblo judío siempre ha remitido a la historia como lugar y a la comunidad como sujeto de toda palabra de Dios y de toda palabra dirigida a Dios. La historia de ese pueblo es el lugar hermenéutico de Dios, desde donde se puede sospechar su identidad. Es en esa economía salvífica, en los acontecimientos concretos, donde el pueblo ha descubierto su existencia, pasando de lo particular lo universal, pasando de su elección a la creación y desde ahí a la creación de todos los pueblos y de todos los seres.
La confesión del pueblo judío es que Dios vaya con su pueblo y sea solidario de su destino
hacía su redención, y esto es lo que le sostiene como pueblo, en un historia considerad como sagrda porque es la historia de Dios.
El cristianismo ha prolongado esta conciencia de Dios con "donde la solidaridad no es solo un destino compartido desde fuera en acompañamiento sino en comunidad de naturaleza. La Encarnación es la expresión suprema de ese estar con de ese hacer y actuar para. ¿Cúal es el lugar teológico supremo para conocer a Dios? La Encarnación donde Dios se hace hombre y lo dignifica.
"La encarnación de Dios nos remite al mundo y nos introduce en la humanidad histórica para esclarecer los problemas metafísicos y antropológicos de ultimidad" (A. Gesché: Ka confession christilogique, une ignorance et/ou un refus de la Trinité, en Jesus Fils de Dieu Bruxelles, 1961, 175-216.o el Dios real ante el que el hombre se sitúa responsablemente. ¡Donde buscar a Dios? El pueblo judío siempre ha remitido a la historia como lugar y a la comunidad como sujeto de toda palabra de Dios y de toda palabra dirigida a Dios. La historia de ese pueblo es el lugar hermenéutico de Dios, desde donde se puede sospechar su identidad. Es en esa economía salvífica, en los acontecimientos concretos, donde el pueblo ha descubierto su existencia, pasando de lo particular lo universal, pasando de su elección a la creación y desde ahí a la creación de todos los pueblos y de todos los seres.
La confesión del pueblo judío es que Dios vaya con su pueblo y sea solidario de su destino
hacía su redención, y esto es lo que le sostiene como pueblo, en un historia considerad como sagrda porque es la historia de Dios.
El cristianismo ha prolongado esta conciencia de Dios con "donde la solidaridad no es solo un destino compartido desde fuera en acompañamiento sino en comunidad de naturaleza. La Encarnación es la expresión suprema de ese estar con de ese hacer y actuar para. ¿Cúal es el lugar teológico supremo para conocer a Dios? La Encarnación donde Dios se hace hombre y lo dignifica.
"La encarnación de Dios nos remite al mundo y nos introduce en la humanidad histórica para esclarecer los problemas metafísicos y antropológicos de ultimidad" (A. Gesché: Ka confession christilogique, une ignorance et/ou un refus de la Trinité, en Jesus Fils de Dieu Bruxelles, 1961, 175-216.
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