Paradoja de Europa Gonzalez de Cardedal

hay una gran paradoja:

Ha sido el único entre todos los continentes que ha sido totalmente cristianizado, cuya historia ha sido en unos casos suscitada y en otros troquelada por el cristianismo, ya que no hay ningún país europeo que no tenga tras de sí al menos mil años de evangelización y en no pocos de ellos (v.gr., Hungría, España) su constitución como nación coincide con su conversión al cristianismo . Europa es el continente con Ia sutura cultural más antigua y compleja, más coherente en un sentido y más plural en otro. En ella el cristianismo ha sido un factor absolutamente determinante (junto al legado griego, el Derecho romano, Ia subjetividad moderna de centro Europa tras Descartes y Kant, el positivismo anglosajón, los movimientos sociales y políticos de los siglos xviii y xix). Europa tiene entre sus componentes inolvidables al cristianismo. Inolvida- bles en Ia medida en que constituyen su pasado, pero pueden ser olvidados en Ia medida en que constituyen su futuro.A Ia vez que este hecho hay que constatar otro de signo apa- rentemente inverso: mientras que Ia mayoría de Ia humanidad sigue, en una u otra forma, siendo religiosa, en Europa está sur- giendo una civilización agnóstica que contrasta con las actitudes religiosas de otros continentes: por un lado, frente a Ia permanen- cia y revitalización de las grandes religiones de Asia y, por otro, frente a los Estados Unidos, con una sociedad mucho más moder- na y tecnificada que Ia europea y que, sin embargo, sigue siendo más religiosa, aun cuando en ella se mezclen en formas a veces indiferenciables muchos elementos de magia, fundamentalismo, exoterismo y una identidad cristiana que, sin encararlos crítica- mente, rechaza los desafíos que Ia razón moderna plantea a Ia fe.(pp-209-210).