Fase final de la revelación
Fase final de la revelación: Cristo
Al llegar la plenitud de los tiempos, la Palabra se hace visible en la carne, se hace hombre “sin disolver por ello su trascendencia, ya que siendo hermano de nuestra carne y sangre siguió siendo el hijo de Dios. En su vida y en su muerte se nos revela definitivamente lo que la santidad de Dios es y lo que son nuestros pecados, condenados en su cruz, pero fructificados en su muerte, resurrección y envío del Espíritu, que cumplen el vaticinio purificador y redentor que anunciaba Ezequiel”. Cristo es el misterio y la plenitud de Dios. Es la nueva alianza, ontológica e histórica en cuanto es Dios y hombre, es alianza soteriológica, en cuanto que en su sangre se opera la reconciliación de todos los humanos, por ser uno de ellos el que la opera en nombre y al servicio de todos (Heb 7,22; 8,6; 9,23-28; 2, 10-18).
Al llegar la plenitud de los tiempos, la Palabra se hace visible en la carne, se hace hombre “sin disolver por ello su trascendencia, ya que siendo hermano de nuestra carne y sangre siguió siendo el hijo de Dios. En su vida y en su muerte se nos revela definitivamente lo que la santidad de Dios es y lo que son nuestros pecados, condenados en su cruz, pero fructificados en su muerte, resurrección y envío del Espíritu, que cumplen el vaticinio purificador y redentor que anunciaba Ezequiel”. Cristo es el misterio y la plenitud de Dios. Es la nueva alianza, ontológica e histórica en cuanto es Dios y hombre, es alianza soteriológica, en cuanto que en su sangre se opera la reconciliación de todos los humanos, por ser uno de ellos el que la opera en nombre y al servicio de todos (Heb 7,22; 8,6; 9,23-28; 2, 10-18).
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