El Papa y los inmigrantes

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Entrevista con el Papa Vía: abc.es (19-10-2015)


-¿Cree que países como España o Francia, que acogen a numerosos cristianos, podrían ayudar algún día a esas comunidades amenazadas de Oriente Próximo a volver a su patria?

-Se está desarrollando ante nuestros ojos una tragedia humanitaria que nos afecta. Para nosotros los cristianos, la palabra de Jesús, que nos invitó a verlo en los pobres y los extranjeros que piden ayuda, sigue siendo un mandamiento. Nos enseñó que cada gesto de solidaridad hacia ellos es un gesto hacia Él. Pero en su pregunta aborda también otro asunto muy importante: nosotros no podemos resignarnos a que estas comunidades, hoy minoritarias en Oriente Próximo, se vean obligadas a abandonar sus casas, sus tierras, sus tareas cotidianas. Esos creyentes son ciudadanos de pleno derecho de sus países, están presentes en ellos como discípulos de Jesús desde hace dos mil años, totalmente integrados en la cultura y la historia de su pueblo. Ante la necesidad, tenemos el deber humano y cristiano de actuar. Sin embargo, no podemos olvidar las causas que han provocado todo esto, hacer como si no existieran. Preguntémonos por qué tanta gente huye, por qué hay tantas guerras y tanta violencia. No olvidemos a quienes fomentan el odio y la violencia, y tampoco a quienes especulan con las guerras, como los traficantes de armas. No olvidemos tampoco la hipocresía de los poderosos de la tierra, que hablan de paz mientras venden armas bajo cuerda.

-Además de la asistencia inmediata, ¿qué se puede hacer por los refugiados?

-Solo se puede intentar resolver este drama mirando más allá. Actuando para fomentar la paz. Trabajando concretamente sobre las causas estructurales de la pobreza. Comprometiéndonos a construir modelos de desarrollo económico que coloquen en el centro al ser humano y no el dinero. Trabajando para que la dignidad de cada hombre, cada mujer, cada niño, cada anciano, sea siempre respetada.




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