¿Qué es Revelación?




Vicente Valenzuela Osorio, Las prácticas chamánicas ancestrales con alucinógenos como una manera de revitalizar la opción fundamental cristiana. Ponencia en las jornadas Amerindias


Algunos autores han propuesto que lo propio de la revelación cristiana es: Cristo como salvador absoluto y universal (K. Rahner), Cristo como plenitud de lo humano y lo divino (V. Balthasar), El Espíritu de Cristo (Y. Congar), el amor en las relaciones de justicia y de fraternidad (G. Giraldi), el optar por los pobres y fracasados y la experiencia del Abbá(T. Queiruga), una cristología matizada por lo trinitario (J. Dupuis), Dios como divinidad kenótica (González de Cardedal), la gratuidad revelada en la Trinidad (X. Pikazza), la persona de Jesús en una dinámica de kénosis de Dios (M. Gronchi), la kénosis que se realiza por el amor en la opción por los pobres, lo afro-indígena y el feminismo (Cl. Oliveira), y la tensión histórica del amor y la fe (W. Kasper)[1]. Sin embargo, leer la persona de Jesús y cuanto acontece en ella, desde la situación de pobreza de multitudes de seres humanos y de la vulnerabilidad de todos los seres vivientes, y de la vida en general, implica hacer un giro más contundente: asumir la mundanidad y el horizonte del vivir como lo específico de la revelación y, estrictamente, del cristianismo[2]. Implica asumir que el mundo en su cotidianidad es la fuente de la experiencia de Dios (J. Sobrino), y no apelar a una causa primera que informa la realidad (Cl. Boff apelaría a una causa crística que informa la realidad)[3]. El giro es pasar de una especificidad cristiana referida a Jesús, a una especificidad referida a la vida. 



[1]Rahner, “El cristianismo y las religiones no cristianas”, 142-144; Balthasar, “Caracteres de lo cristiano”, 209; Congar, Sobre el Espíritu Santo, 75; Giraldi, “Identidad cristiana”, 191-200; Torres-Queiruga, “La plenitud y definitividad de la revelación cristiana”, 65-88; Dupuis, “Hacia un modelo de pluralismo inclusivo”, 137-142; González de Cardedal, “La cristología de Éfeso y Calcedonia”, 270; Pikazza, “Propuesta cristiana”, 185-192; Gronchi, “La particular universalidad de Jesús Salvador”, 202; Oliveira, “A teologia latino-americana”, 1451-1457; Kasper, “La esencia de lo cristiano”, 460-461. 

[2]Valenzuela, La carne vulnerable como Fuente primera y constitutiva de la teología. 

[3]Aquino Junior, Teoria teológica. Práxis teologal, 92-102.

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