Primeras comunidades monásticas

Las comunidades monásticas surgen alrededor de algún ermitaño famoso por su santidad. No son primicias del cristianismo pues ya eran conocidas por los esenios.

Al principio los ascetas vivían no lejanos de alguna iglesia local, pero despues se trasladaron a desiertos solitario y cuando más se alejaban más adeptos y seguidores tenían.

Antonio el grande fue el más célebre y así surgió la primera comunidad, cada uno en su propia vivienda unidos bajo un superior. Esas pequeñas viviendas se dispusieron en línea.