Retos actuales de la Iglesia católica
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Retos actuales de la Iglesia católica
Fr. Carlos Ávila Martínez, OP
Con más de dos mil años de historia, la Iglesia católica ha sido guía espiritual y moral para millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, en el contexto actual, enfrenta desafíos indicadores de una crisis interna y externa. Uno de los problemas es la creciente división entre dos corrientes ideológicas: el tradicionalismo y el progresismo reformador. Esta polarización interna, combinada con un aparente alejamiento de las necesidades espirituales de muchas personas, plantea preguntas fundamentales sobre su futuro y su misión evangelizadora.
Estas dos tendencias opuestas surgieron ya en los albores del cristianismo y han perdurado a lo largo de la historia. Un conflicto que tendría su raíz en dos visiones o concepciones diferentes del cristianismo, dos maneras opuestas, antagónicas, de interpretarlo.
La primera está representada –con diversos matices– por personas muy afines a posiciones doctrinales integristas y opuestas al diálogo con el mundo. Esta visión se opondrá a cualquier tipo de innovación o progreso en el campo litúrgico, doctrinal y teológico, y a toda iniciativa o participación ecuménica y de diálogo interreligioso.
Misa tridentina
La segunda visión se caracterizará por una mayor apertura al diálogo con el mundo, y por la disposición a asumir todas las realidades terrenas. Sin embargo, entre sus adeptos hay un sector más radical, intransigente, y rupturista con la Tradición de la Iglesia, que está provocando escándalo y división.
Desafíos internos y externos
El contexto actual de la Iglesia católica en el mundo está marcado por una serie de desafíos, tanto internos como externos, que afectan a la capacidad que tiene la institución para cumplir su misión evangelizadora y seguir siendo relevante –como exhortaba ‘Lumen gentium’– en una sociedad caracterizada por una constante evolución y cambio.
Enumeraré algunos de esos desafíos más relevantes, aunque todos ellos exigen un análisis más profundo para afrontar con mayor compromiso y lucidez la realidad presente.
En muchas partes del mundo, especialmente en Occidente, la influencia de la religión ha disminuido ante el creciente proceso de secularización. Las nuevas generaciones, particularmente en Europa, tienden a distanciarse de la religión organizada, y la Iglesia ha experimentado una disminución notable en la asistencia y participación en los sacramentos, en el número de vocaciones, y en la práctica religiosa en general. Esto ha llevado a una crisis de fe, hasta el punto de que las creencias religiosas se ven marginadas en la vida pública y en la cultura popular. Sin embargo, existen manifestaciones y signos de esperanza en Iglesias jóvenes, comunidades y parroquias diseminadas por todo el orbe católico.
Diálogo con el mundo
El mundo actual es cada vez más diverso y plural. La Iglesia católica, presente prácticamente en todos los rincones del planeta, debe convivir con diferentes culturas, religiones y tradiciones en el desarrollo de su misión evangelizadora. Una diversidad de contextos que plantea el reto de adaptar el mensaje sin comprometer la esencia de la doctrina. Un pluralismo que también incluye el desafío del diálogo interreligioso y el compromiso con otras denominaciones y credos.
La Iglesia se ha enfrentado a una serie de crisis que han desgastado su credibilidad en muchas partes del mundo. Los escándalos por losabusos sexuales, el encubrimiento y los casos de corrupción han generado desconfianza, tanto entre los fieles como en el conjunto de la sociedad. Estos escándalos, además de dañar la reputación de la Iglesia, han creado una crisis de autoridad moral que afecta a su capacidad de liderazgo en asuntos sociales y éticos. Sin embargo, esta crisis no deja de ser una oportunidad para el arrepentimiento y la conversión, y un camino hacia la santidad.
Creciente polarización
Dentro de la propia Iglesia, existe una creciente polarización entre diferentes corrientes ideológicas, como ya hemos adelantado. Por un lado, están los sectores más tradicionalistas, que buscan defender la Tradición y la liturgia clásica. Por otro, hay sectores más progresistas que promueven cambios en la estructura eclesial, reivindicando el verdadero papel y lugar de la mujer en la Iglesia, y una mayor apertura en temas como el celibato sacerdotal y los derechos LGTBIQ+.
Esta tensión interna crea divisiones y puede hacer que la Iglesia pierda cohesión, dificultando su misión evangelizadora y su capacidad de hablar con una sola voz. Más adelante nos detendremos para un mayor análisis y discernimiento de este punto.
El mundo enfrenta problemas como el cambio climático (negado por algunos), la pobreza, las migraciones masivas, la desigualdad, el racismo y la violencia. Tradicionalmente, la Iglesia católica ha alzado con fuerza la voz en defensa de la dignidad humana y los derechos de los más vulnerables. Sin embargo, la sociedad contemporánea exige un compromiso más activo y visible en estos temas.
Gestos de Francisco
Las enseñanzas sociales de la Iglesia, aunque constituyen una guía moral sólida, a menudo no se ven reflejadas en acciones concretas que tengan un impacto visible en la vida pública. El pontificado del papa Francisco a lo largo de estos años se ha caracterizado por tener gestos concretos que han contribuido a una mayor toma de conciencia de las miserias y los problemas que aquejan a todos los miembros del planeta.
La era digital ha transformado radicalmente la manera en que las personas se comunican y acceden a la información. En este contexto, la Iglesia se enfrenta al reto de adaptar su mensaje y su misión a este mundo digital, en el que las redes sociales y los medios de comunicación juegan un papel crucial. Aunque existen esfuerzos por evangelizar a través de plataformas digitales, la Iglesia todavía se esfuerza por llegar de manera efectiva a las nuevas generaciones, que consumen información en formatos breves, visuales y digitales.
Sin embargo, la evolución tecnológica no viene a reemplazar el estilo propio de la Iglesia, la predicación o el testimonio personal. El encuentro con Cristo en la Iglesia y en el mundo seguirán vigentes en la evangelización y en todo plan pastoral renovado. En este sentido, el pontificado del papa Francisco ha traído un enfoque renovado a través de las redes en temas como la misericordia, la ecología integral y una “Iglesia en salida”, es decir, una Iglesia cercana a los pobres, a los marginados y al mundo en general
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